sábado, 19 de diciembre de 2009

¡Abrázame!

Cuando me abrazas, se me expande el alma
me disuelvo por dentro y se desata la opresión de mi Ser
purificando el momento, lejos de cualquier deber.
Cuando me abrazas, me hago pequeña y blanda
y así en tus brazos, cabe más parte de mí.

Cuando me abrazas, se evapora mi tensión
y todo vuelve a la calma cuando me abrazas.
Cuando me abrazas, cicatrizan las heridas
con el bálsamo curativo de tu calorcito amoroso.

Cuando me abrazas, el horizonte se agranda
y mi sentir se amplifica y sollozo y lloro,
descongelando la nieve que oprimía mi corazón
cuando me abrazas.


María Castejón

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