Cuando me abrazas, se me expande el alma
me disuelvo por dentro y se desata la opresión de mi Ser
purificando el momento, lejos de cualquier deber.
Cuando me abrazas, me hago pequeña y blanda
y así en tus brazos, cabe más parte de mí.
Cuando me abrazas, se evapora mi tensión
y todo vuelve a la calma cuando me abrazas.
Cuando me abrazas, cicatrizan las heridas
con el bálsamo curativo de tu calorcito amoroso.
Cuando me abrazas, el horizonte se agranda
y mi sentir se amplifica y sollozo y lloro,
descongelando la nieve que oprimía mi corazón
cuando me abrazas.
María Castejón
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario